La Asociación Europea de Libre Cambio (AELC) es un bloque vigente actualmente de comercio, integrado por Islandia, Noruega, Suiza y Liechtenstein, fundado en 1960. Congrega a aquellos países que prefirieron no ingresar a la UE. Fue promovido originalmente por Gran Bretaña, reuniendo entre otros, a Austria, Dinamarca, Suecia y Portugal. A diferencia de la posterior Comunidad Económica Europea, permite a cada miembro establecer libremente derechos aduaneros a terceros países.
La creación de la CEE y la adhesión de Dinamarca y el Reino Unido debilitó a este bloque comercial, que mantuvo estos cuatro miembros con el objetivo común de fortalecer la matriz financiera y la expansión económica. Tiene su sede en Ginebra, Suiza.
El jueves 23 de enero, la reina Isabel II dio el consentimiento real al firmar el Withdrawal Agreement Act (WAA), terminando el procedimiento británico para retirarse de la UE fijado por su primer ministro Boris Johnson. El Parlamento Europeo debe aprobar esta legislación en el Parlamento Europeo, para que tenga carácter de legislación internacional vigente. Ayer, la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen y Charles Michel, el presidente del Consejo Europeo, rubricaron el acuerdo del Brexit. Este documento fija que Gran Bretaña deberá indemnizar con más de 43 mil mllones y mantener la frontera abierta en la isla de Irlanda. Se abre un período de transición de once meses, donde el Reino Unido seguirá dentro de la estructura de la comunidad y deberá cumplir con sus regulaciones.
Distintas opiniones surgen frente al futuro de esta Gran Bretaña fuera de la UE tras el Brexit. Algunas auguran serios problemas para el gobierno y el pueblo británico por la pérdida del fluido intercambio de bienes y servicios mantenidos con la parte continental de Europa, los aranceles aduaneros que comenzarán a regir, y el control de la entrada y salida de capitales entre la isla y el continente. Pero Gran Bretaña mantiene para sí su relación sociohistórica con los países miembros del Commonwealth, la antigua Mancomunidad Británica de Naciones, fundada en el año 1931. La relación fraternal de estos 53 países, entre ellos, Australia, Canadá, India, Malasia, Sudáfrica y Nigeria, permite asegurar que el acceso a las commodities, a los recursos naturales y a los productos primarios, provenientes de la agricultura, ganadería y la minería extractiva, se mantendrá dentro del flujo comercial con la Gran Bretaña, colocando sus capitales y sus productos elaborados.
La relación con Europa se torna hostil por parte de los miembros de la UE. Se vislumbran dificultades en ese terreno, pero el Reino Unido ha iniciado sondeos con la AELC para analizar su reincorporación a este bloque, que mantiene tratados comerciales con México, Chile, la República de Corea, Colombia, Ecuador y el tratado de Libre Comercio mantenido y operativo con la Unión Europea. La AELC se ha transformado en la llave necesaria para mantener las puertas abiertas comerciales con el bloque europeo, sin las obligaciones emergentes de pertenecer a su Comunidad.
Sir Walter Raleigh, el marino, escritor y político inglés, que participó activamente de la vida en la corte de Isabel I, acuñó la frase: “Quien posee el mar, posee el mundo entero”. Hoy, en el siglo XXI, el camino del comercio y la riqueza de las naciones transitan por los mares de los acuerdos y tratados comerciales. Y en ese sentido, el futuro de Gran Bretaña se vislumbra prometedor.
Publicada en Diario Perfil.-